El clima en Marte cambió brutalmente hace unos 3.500 millones de años y pasó de ser relativamente caliente y húmedo a ser árido y frío. Así lo asegura un equipo de geólogos planetarios en la Universidad de Brown (Estados Unidos), que ha descubierto que la gran cantidad de un mineral depositado en un cono volcánico marciano demuestra que en aquel lejano pasado el planeta rojo tuvo microambientes que fueron habitables.
Los datos sobre la composición del cono, en la caldera Nili Patera, fueron recogidos por la por sonda de la NASA Mars Reconnaissance Orbiter, que permitieron identifica una silicona hidratada que indica que hubo agua en algún momento. Es, hasta ahora, la evidencia más clara de que en Marte un ambiente hidrotérmico, como una fumarola de vapor.
Según los científicos, estos ambientes podían haber sido idóneos paraformas de vida primitiva como la que hubo en la Tierra, según J.R. Skok, primer firmante del trabajo en la revista 'Nature Geoscience'. "Si hubo vida allí, éste sería un buen mortuorio microbiano prometedor para encontrarla", ha señalado.
Hasta ahora, ninguna investigación ha podido concluir si en Marte hubo vida en el pasado, aunque hallazgos como éste añaden pruebas de quesi hubo lugares y momentos en los que podría haber existido en forma microbiana. Es el caso de este depósito volcánico, en una zona llamada Syrtis Major.
Otras concentraciones de silicona hidratada ya se habían encontrado en 2007 por Rover Spirit, aunque éste es el primer hallazgo intacto con el mineral original. El cono se levanta unos 100 metros del piso de la caldera Nili Patera. Antes de que se formara, la lava fluyó por los llanos. El cono habría crecido de flujos posteriores del magma subterráneo, que entró en erupción. "Es como un libro de historia: podemos leer cómo surgió todo el sistema volcánico en el pasado", asegura Jonh Mustard, coautor del trabajo.
El enfriamiento y la solidificación de la mayor parte del magma concentraron su silicona y agua. Las observaciones de las cámaras de la sonda Mars Reconnaissance Orbiter revelaron depósitos brillantes cerca de la cumbre del cono. Los investigadores de Brown colaboraron con Scott Murchie, de la Universidad John Hopkins, para analizar estas exposiciones brillantes con un espectrómetro que está en órbita, el CRISM.
La silicona se puede disolver, transportar y concentrar con agua caliente o vapor. La silicona hidratada identificada por el espectrómetro en las localizaciones ascendentes indica que las fumarolas que surgían del calor subterráneo crearon los depósitos. De hecho, en Islandia existen depósitos de la silicona en torno a respiraderos hidrotérmicos que son muy parecidos a los marcianos. "La zona habitable habría estado dentro y junto a los conductos que llevan el agua caliente", según Murchie.
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