El satélite de observación de la Tierra'Glory', lanzado esta mañana a bordo del cohete Taurus XL, no ha logrado separarse del misil y por tanto, no ha sido posible ponerlo en órbita, según ha anunciado la NASA, que cre que ambos aparatos cayeron, probablemente, en el Océano Pacífico.
La Agencia espacial estadounidense, que ya retrasó el lanzamiento de 'Glory' el pasado 23 de febrero por razones técnicas, no ha explicado qué ha fallado hoy.
El cohete Taurus XL despegó, como estaba previsto, a las 11.09, hora peninsular española, desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California (EEUU).
Unos seis minutos después el director de lanzamiento, Omar Baez, indicó que había un problema en la operación y que los primeros datos señalaban un fallo en la separación del satélite y la estructura que lo contiene desde el lanzamiento.
Estudiar el clima
El objetivo de la misión Glory es estudiar la influencia del Sol y de las partículas en la atmósfera sobre el cambio climático de la Tierra.
El 'Glory' se incorporará al programa 'A-Train', compuesto por el conjunto de satélites de observación de la Tierra que ya están en órbita y que investigan las variables que afectan al clima.
El artefacto espacial, del tamaño de un refrigerador, está equipado con un instrumento capaz de medir las sutiles fluctuaciones de la energía emitida por el Sol.
Los aerosoles y la energía solar afectan al balance energético del planeta, ya que influyen tanto en la cantidad de energía que entra como la que sale de la atmósfera terrestre.
La medición precisa de estos impactos es importante para anticipar los cambios en el clima de la Tierra y cómo pueden afectar la vida humana.
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