La eutanasia es el hecho de acelerar la muerte de un paciente enfermo o terminal para evitar su sufrimiento bajo su consentimiento.
En mi opinión, se trata de un tema bastante delicado, ya que no creo que se pueda cerrar por completo la decisión sobre si se debería aceptar en todo el mundo o no. Creo que hay situaciones concretas en las que sí pero también otras en las que no, sobre todo porque los médicos no existen para quitarle la vida a nadie.
Lo que está claro es que en el caso de que se trate de algún paciente muy enfermo, bien de una enfermedad muy grave o bien de una enfermedad que le lleve a la muerte en un período de tiempo durante el cual no va a poder llevar una vida normal o parecida a la de cualquier ser humano, sí que debe estar permitido.
Por otro lado, en el caso de que no sea una enfermedad como las anteriores o alguna situación parecida, la eutanasia no se puede permitir por el hecho de que no es sencillo para un médico aceptar quitarle la vida a uno de sus pacientes, porque le pedirían que hiciese lo opuesto a su función como salvador de vidas.
Creo, por tanto, que no puede haber una ley concreta que establezca las situaciones en las que sí y las situaciones en las que no se podría llevar a cabo esta acción, sino que simplemente deben ser estudiadas individualmente. Así, todas las personas que realmente lo necesiten, y estén decididas a hacerlo (ya que no es una situación para nada sencilla, ni para la propia persona ni para los que le rodean) tendrán, por supuesto, la posibilidad de ello, mientras que las personas a las que no se les atribuya ese tipo de enfermedades, no la tendrá.
En mi opinión, se trata de un tema bastante delicado, ya que no creo que se pueda cerrar por completo la decisión sobre si se debería aceptar en todo el mundo o no. Creo que hay situaciones concretas en las que sí pero también otras en las que no, sobre todo porque los médicos no existen para quitarle la vida a nadie.
Lo que está claro es que en el caso de que se trate de algún paciente muy enfermo, bien de una enfermedad muy grave o bien de una enfermedad que le lleve a la muerte en un período de tiempo durante el cual no va a poder llevar una vida normal o parecida a la de cualquier ser humano, sí que debe estar permitido.
Por otro lado, en el caso de que no sea una enfermedad como las anteriores o alguna situación parecida, la eutanasia no se puede permitir por el hecho de que no es sencillo para un médico aceptar quitarle la vida a uno de sus pacientes, porque le pedirían que hiciese lo opuesto a su función como salvador de vidas.
Creo, por tanto, que no puede haber una ley concreta que establezca las situaciones en las que sí y las situaciones en las que no se podría llevar a cabo esta acción, sino que simplemente deben ser estudiadas individualmente. Así, todas las personas que realmente lo necesiten, y estén decididas a hacerlo (ya que no es una situación para nada sencilla, ni para la propia persona ni para los que le rodean) tendrán, por supuesto, la posibilidad de ello, mientras que las personas a las que no se les atribuya ese tipo de enfermedades, no la tendrá.
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